Cervecería Het Anker

Invite a sus amigos a una ronda de Mechelse Felle en Batteliek

¿Ha probado alguna vez una cerveza fresca del siglo XVI? Desde hace poco es posible en la cervecería Het Anker, en Batteliek. Allí elaboran Mechelse Felle, una cerveza que podrían haber hecho perfectamente las beguinas para Margarita en aquella época. Proost!

La combinación de dos oficios artesanos

Kristina Loriers: «¿De dónde salió el nombre de Mechelse Felle? El nombre de esta cerveza ya existía en el siglo XVI. Se podía ver esta cerveza bastante lejos de las fronteras de Malinas, como en las posadas de Amberes, por ejemplo. Antiguamente, la cerveza Fel era más fuerte, ya que contenía un mayor porcentaje de alcohol. En la actualidad, con un 6,3 %, Mechelse Felle no es una cerveza tan fuerte, pero en los tiempos de los duques borgoñones sí lo era».

«En la cerveza Mechelse Felle van de la mano dos de nuestros oficios artesanos: la elaboración de cerveza y la destilación. Preparamos un macerado con borraja, enebro y cítricos. Ponemos los ingredientes a remojo en alcohol, una de las técnicas habituales de destilación».

«Los maestros cerveceros elaboran su Mechelse Felle con centeno rojo, como se hacía antaño. En aquel entonces era el cereal más barato que se producía en esta zona. Het Anker optó por la borraja y el enebro como hierbas, plantas que en el Renacimiento se encontraban prácticamente en cualquier jardín. A ellas les han añadido cítricos, que simbolizan la influencia italiana y española, así como de los exóticos productos de exportación que entraban por los puertos». 

Jeroen Van Vaerenbergh, De Foodarcheoloog (el arqueólogo de los alimentos)

El experto malinés en botánica Rembert Dodoens escribió hace 500 años acerca de la borraja: «De estas hierbas y de sus flores se ha escrito que, añadidas al vino y después trasegadas, hacen dichoso al hombre y ahuyentan toda tristeza y melancolía». Y eso es precisamente lo que también pretende hacer la cerveza Mechelse Felle.

Mechelse Felle es para celebrar todos juntos

Kristina Loriers, coordinadora de Asuntos Públicos de Het Anker: «Elaboramos la Mechelse Felle en nuestra microcervecería de Batteliek, en la antigua iglesia del barrio de Battel, en Malinas. Nos sentimos estimulados por las historias acerca de los festines de la corte en el Renacimiento, aquellas largas mesas abarrotadas de amigos y familiares. Batteliek es también un lugar de reunión. No solo en los bares y restaurantes. Uno puede también venir aquí para destilar o elaborar cerveza en uno de los talleres».

Cervecería y destilería

Het Anker es una de las cervecerías más antiguas de Bélgica, sus orígenes datan del siglo XV. En ese mismo lugar, las beguinas de Malinas elaboraban cerveza, también para Margarita de Austria. Ahora las beguinas ya han desaparecido, pero la cerveza sigue aquí.

En 1872, la familia Van Breedam adquirió el terreno y construyó una moderna cervecería. En la actualidad, Charles Leclef dirige la cervecería familiar, siendo ya la quinta generación. Las cervezas y whiskys Gouden Carolus se han ido expandiendo a más de 40 países y han recibido premios y reconocimientos internacionales. Het Anker está presente en dos ubicaciones: la cervecería y destilería de whisky de Guido Gezellelaan y la microcervecería Batteliek, en Battel.

La parada perfecta para recargar fuerzas

«¿Un consejo turístico para los visitantes de Malinas?» Sin lugar a dudas, la terraza de Batteliek, con vistas al canal. Por delante pasan numerosas rutas de ciclismo, por lo que es la parada perfecta para los ciclistas».