Gauthier

Deléitese con un helado borgoñón de hinojo y manzana en Gauthier

Si quiere disfrutar, ya sea en cucurucho o tarrina, en Malinas debe ir a la heladería Gauthier, en Befferstraat. Pascale prepara cada mañana sus helados en su estudio desde cero. Y ahora también puede deleitarse con un helado con un toque renacentista: con pedacitos de manzana asada, hinojo y cobertura de granos de trigo sarraceno tostados. ¿Qué me dice, le pongo dos bolas en tarrina?

Manzana asada con hinojo

Pascale «Para Mmm... Malinas he elaborado un helado con trozos de manzana asada e hinojo. Por encima lleva un topping crujiente de granos de trigo sarraceno asados con un toque de sal. El resultado es un festival de sabores para el paladar. Dulce, amargo y salado. Cremoso y crujiente. ¡Este helado lo tiene todo!»

«El helado no se consumía aún en la corte de Margarita de Austria, en el siglo XVI. Sin embargo, la influencia italiana hizo que algunos adelantados a su época fueran haciendo pruebas aquí y allá con sorbete. A raíz de las excavaciones y recetas sabemos también que la combinación de manzana e hinojo era muy habitual en pastelería y otros platos dulces. El trigo sarraceno era un producto básico en el Renacimiento. Se podría decir que era el alimento de los pobres. A partir de la harina se elaboraban masas y tortitas. Pascale Gauthier no le va a preparar una masa con este producto, sino un maravilloso topping crujiente».

 

Jeroen Van Vaerenbergh, De Foodarcheoloog (el arqueólogo de los alimentos)

Siempre caras felices

«Lo que más me gusta de mi trabajo es que siempre veo caras felices, pequeños y mayores», asegura la heladera Pascale con una sonrisa en la boca. «El sabor más demandado en nuestra heladería es la stracciatella. Los trocitos más grandes de chocolate que lleva el helado hace que le encante a mis clientes. Otro superventas es el helado de fresa: le compro las fresas a un productor de la zona. En mi establecimiento no faltan nunca los clásicos. Además, hay cinco sabores que van cambiando. Todos los inviernos acudo a la feria del helado de la ciudad italiana de Rímini en busca de inspiración. En cuanto al helado de manzana e hinojo, ¡retrocedí con gusto 500 años en el tiempo!»

Siga el agua

Pascale Gauthier: «Nací y crecí en Malinas. Mi padre Edouard fue durante casi 60 años el chocolatero de la ciudad. En 2006 inauguramos nuestra heladería en lo que había sido su taller. ¿Un consejo turístico para los visitantes? Que sigan siempre el agua en la ciudad. Malinas ha vuelto a abrir muchos de sus canales, como el que hay aquí cerca, entre Zakstraat y Muntstraat. Cuando quiero relajarme después de un día de mucho trabajo, lo que más me gusta es pasear por el canal hacia el camino de sirga que va en paralelo al Dyle en dirección a Muizen, en busca de naturaleza y paz. ¡Es una bendición!»